Regeneración: es el primer paso para poder conseguir los objetivos propuestos. La limpieza de las instituciones públicas, que han de estar en todo momento libres de corrupción, y la transparencia, son los únicos mecanismos que hacen que el ciudadano pueda confiar plenamente en sus dirigentes. Estos últimos, junto con los principios de igualdad, mérito y capacidad, que deben ser los que regulen el acceso al empleo público, harán posible el correcto funcionamiento de las instituciones y por tanto de la consecución de cualquier proyecto político que nos propongamos.